We landed in Santiago, Chile and took a taxi to the home of an old friend of Memo’s – and found out at midnight that we couldn’t stay with her, so started making calls to try to find a new place to stay. It ended up working out for us to stay there and we enjoyed the weekend with them before leaving on a bus for
Can you see more curves? / ¿Puedes ver más curvas?
Aterrizamos en Santiago y tomamos un taxi a la casa de una de mis viejas amigas. Poco después de llegar, a eso de la medianoche, nos dijo que no podíamos quedarnos con ellos. Hicimos llamadas a esa hora para ver que otras opciones teníamos. Al final todo resultó bien y nos quedamos con ellos un par de días que disfrutamos mucho.
El lunes tomamos un autobús que nos llevaría a Buenos Aires; queríamos pasar por los Andes y ahorrarnos unos varos. 10 horas más tarde, y después de cruzar la frontera, llegamos a Mendoza, en donde teníamos que cambiar de autobús. Dejaron nuestro equipaje en el piso, contrario a lo que nos platicaron, ya que nos habían dicho que la compañía se encargaría de cambiar las cosas de una autobús a otro (tampoco nos dieron los alimentos que según dijeron “van incluidos en el boleto”, en fin). Yo fui por las cosas que dejaron en donde se estacionan los autobuses, mientras Janelle se quedaba con ellas en un lugar “menos transitado”. Fue entonces, en un descuido, que alguien se “ofreció a aligerar” nuestra carga y se llevó mi mochila con la computadora que acabábamos de comprar para venir a la escuela. También se llevaron otros electrónicos, discos de programación, mi Biblia y todo lo que quería que estuviera un poco más seguro, incluido Aristóbulo Epeneto, mi osito de peluche que había viajado conmigo a tantos lugares. Solo espero que no sea torturado, explotado, o que en el peor de los casos… descanse en paz y vaya al cielo de los ositos.
Los dos queríamos regresar a casa, nos sentíamos demasiado frustrados e impotentes. Antes de viajar las siguientes 10 horas hasta Buenos Aires, tuve que pasar tres horas en la estación de policía levantando un acta. Me sentí totalmente bienvenido. Llegamos a Buenos Aires el 13 de marzo, cansados, frustrados, molestos y extrañando nuestra casa.
The Andes / Los Andes
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